lunes, 19 de mayo de 2008

Reflejo Infinito


(click en la foto para ampliar)

A veces son reflejo de mis defectos y virtudes. Siempre es infinito el bienestar y la felicidad que me brindan. Me llevan a la infancia y al mismo tiempo me traen lo esencial de la vida. Qué sería de mi sin esos dos. Prefiero sentir que están aquí.

(Punto de vista fijado por la FZ-8. Paseo Alcorta, Ciudad de Buenos Aires)
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2 comentarios:

elycosmetica dijo...

Si el infinito tiene estos rostros, no quisiera apartarme nunca de él.
Los hijos, maravilla infinita, interminable...
Bellísima foto y bellísimos "personajes"
Eliana

24 de mayo de 2008, 16:56
...Esencia... dijo...

Hola
Me ha impactado mucho tu blog. La sensibilidad que tienes para captar la "esencia" de la imagen. Te invito a pasar por los míos, y me sentiria honrada de que me dejes tu opinion.
Que estés muy bien.

20 de julio de 2008, 17:23

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Mi foto
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Fotógrafo pescador de instantes. Distintos puntos de vista de la realidad siempre en acción, sin flash "por respeto a la luz". Desde temprana edad me sentí contagiado por la magia que siempre acompaña a una foto. Podía pasar horas enteras observando fotografías en libros, revistas y en el álbum familiar. De grande decidí estudiar. Primero en el Taller Escuela La Imagen, con Daniel García, luego en el Fotoclub Argentino y finalmente en el Fotoclub Buenos Aires. Me gustó todo lo que me tocó aprender, desde el curso básico, el laboratorio blanco&negro y color, hasta la llegada de lo digital o, como me gusta decir, el sueño de los pioneros hecho realidad: poder obtener una vista del mundo exterior en escala, en positivo, en color, instantánea, fijada, susceptible de ser copiada, archivada, retocada y transmitida para luego ser admirada y disfrutada como obra artística o documento, por tiempo indefinido, sin verse alterada su calidad original. (En la presentación, mis máquinas de pescar instantes. La EOS 500, adoptada en 1994, la DSC-H1 en 2006 y la DMC FZ-8 en 2008. Anteriormente, tuve una fantástica compacta AF-10 de Olympus, con la que empecé a querer este maravilloso arte).