lunes, 28 de abril de 2008

Luz, siempre luz...

"Todos los grandes fotógrafos, desde los paisajistas y retratistas hasta los fotoperiodistas que han hecho historia, saben que la luz es el componente esencial de sus fotografìas, no sólo por el hecho de que sin luz no existe la posibilidad de impresionar el material sensible, así se trate de una pelìcula o de un captor, sino porque constituye el elemento que le da una dimensión estética al tema".

"W.Eugene Smith, uno de los fotoperiodistas más creativos de la historia y de un gran compromiso humanista, no eludía los temas técnicos y de realización que hacen a la fotografía, ya que le gustaba explicar su manera de trabajar. De la luz solar directa dijo: el sol es con frecuencia enemigo de la deseada composición y contenido fotográfico, el sol es un destructor de zonas de sombras... La belleza, la fealdad, los perfiles del paisaje e incluso la misma obra del hombre resultan, en mi opinión, enriquecidas en sus valores pictóricos por la luz mortecina del crepúsculo o por la débil iluminación del amanecer... ...a esas horas se aprecia un lujo de formas que danzan en la superficie del paisaje, dándole vida en un juego rítmico, aún a las ramas más sombreadas"
"El fotógrafo debe ser un observador meticuloso y sensible, pero también estudioso de las condiciones y particularidades de cada zona. Debe también entenderse que no todo es fotografiable en cualquier momento, es decir, que las fotografías no surgen de manera forzada sino cuando se produce una sólida comunión entre la escena y sus circunstancias y quien mira".

A.Becquer Casaballe, columnista revista FotoMundo.
(Pesca de dos instantes capturados con la FZ-8 en horas del atardecer, zona de Retiro y Plaza San Martin)

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Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Fotógrafo pescador de instantes. Distintos puntos de vista de la realidad siempre en acción, sin flash "por respeto a la luz". Desde temprana edad me sentí contagiado por la magia que siempre acompaña a una foto. Podía pasar horas enteras observando fotografías en libros, revistas y en el álbum familiar. De grande decidí estudiar. Primero en el Taller Escuela La Imagen, con Daniel García, luego en el Fotoclub Argentino y finalmente en el Fotoclub Buenos Aires. Me gustó todo lo que me tocó aprender, desde el curso básico, el laboratorio blanco&negro y color, hasta la llegada de lo digital o, como me gusta decir, el sueño de los pioneros hecho realidad: poder obtener una vista del mundo exterior en escala, en positivo, en color, instantánea, fijada, susceptible de ser copiada, archivada, retocada y transmitida para luego ser admirada y disfrutada como obra artística o documento, por tiempo indefinido, sin verse alterada su calidad original. (En la presentación, mis máquinas de pescar instantes. La EOS 500, adoptada en 1994, la DSC-H1 en 2006 y la DMC FZ-8 en 2008. Anteriormente, tuve una fantástica compacta AF-10 de Olympus, con la que empecé a querer este maravilloso arte).